Un viaje que tuvo su recompensa ya que las maravillosas vistas desde el Puerto de Santander compensaron los kilómetros recorridos, y nos quedamos con ganas de estar más tiempo; fuimos a ver a la Autoridad Portuaria de Santander, para finalizar un proyecto de digitalización de planos históricos.
Entre las joyas guardadas en el Archivo, el buen tiempo que tuvimos allí y los dulces típicos que compramos para traernos a casa, decidimos firmemente volver de nuevo!